Ya pasó Eurovisión 2011 con más pena que gloria para nuestros intereses (que tampoco es que nos pillase por sorpresa, porque vaya telita el tema que mandábamos…). La española hay que reconocer que, para lo que había, lo hizo bien, estuvo afinada y defendió el tema de manera honrosa. Yo hago un alegato (que llevo haciendo varios años): si Italia se retiró hace catorce años, por qué nosotros no hacemos lo mismo. A los transalpinos les ha sentado muy bien el descanso eurovisivo: este año han vuelto y han quedado segundos, con un tema nada al uso del consurso.
El caso es que el festival, al contrario que en los últimos años , no ha contado ni con frikis ni con «jamonas». Lo de la ausencia de personajes extravagantes ha restado diversión al concurso (memorable la edición del 2008, el año del Chiquilicuatre), además de generar un resultado imprevisible, coronando al dúo bastante soso de Azerbayán (con lo buenos que fueron Elnur y Samir en ese 2008).
(Los agudos me están haciendo imaginarme a Millán Salcedo, de Martes y Trece, haciendo alguna parodia).
En fin, mi apuesta para esa noche, como no podía ser de otra manera, eran los gemelos irlandeses Jedward. A parte de la estética absurda, el tema «Lipstick» es pegadizo, de modo que aquí os lo dejo, para los que no recuerden cuál era:
Una vez más, pongo de manifiesto que es mejor que nos retiremos durante una temporada de Eurovisión, a ver si en ese tiempo nos da para pensar en llevar algo de calidad que no haga interminables la votaciones mientras esperamos los doce puntos de Portugal.
Volveremos con algo de mayor calado que seguro os dejará con la boca abierta y los oidos perforados.