«Things will never be the same», la despedida de Per Gessle a Marie Fredriksson

Ayer nos enterábamos de la triste noticia del fallecimiento de Mary Fredriksson la vocalista del grupo sueco Roxette. De todas las muestras de cariño que se realizaron para despedirla, una resultaba especial: la de su compañero de éxitos musicales Per Gessle. Pero su mensaje de despedida guarda una doble lectura.

¿Por qué las cosas ya no serán lo mismo?

Tras hacerse público que el 9 de diciembre de 2019 había fallecido Mary Fredriksson como consecuencia de un cáncer contra el que llevaba luchando mucho tiempo (sus primeros problemas de salud comenzaron en el año 2002), los diarios de todo el mundo si hicieron eco de la noticia. Recientemente vi que se había editado un libro biográfico («Listen to my heart», de Helena von Zweigbergk), en el que repasa toda su vida, pero no sospeché que su estado de salud fuera tan sumamente delicado. Se produjeron múltiples muestras de cariño hacía una mujer que, junto con su compañero de grupo Per Gessle, crearon numerosos éxitos musicales principalmente a primeros de la década de los 90 del pasado siglo XX.

De entre todos los mensajes, lógicamente uno de los más esperados era el de su compañero de duo. A través de las redes sociales compartió un texto de condolencia, mostrando su cariño hacia la que fue su compañera de giras y grabaciones durante muchos años, y hacia su familia. Este mensaje lo cerraba con una frase: Things will never be the same.

Como no podía ser de otra manera los medios que dieron la noticia del fallecimiento, compartieron las palabras de Gessle. En los medios de comunicación en castellano este mensaje fue traducido. Pero en la traducción se pierde un detalle que no habrá escapado para la gran mayoría de fans del grupo sueco. Un detalle relacionado con esa última frase.

Things will never be the same

Cuando le conté la noticia a mi hermana, muy fan de la banda sueca a través de WhatsApp, adjuntando la publicación de un diario español, enseguida se hizo eco del detalle, reprochando que el periodista no lo mencionara en su artículo. Entonces llegó mi momento «sujétame el cubata», para completar la información que le llega a la gente. El suceso me apenó tanto a como a cualquier seguidor o radioyente de los años 1990, y me parecía oportuno compartir con vosotros todo el sentido que tienen esas palabras dentro de la historia del grupo (si no, este blog no tendría demasiado sentido).

Esa frase que se apresuraron a traducir como “las cosas ya no serán lo mismo” (como si en este país aun no supiéramos nada de inglés, ni usar el traductor de google, a unas malas) está ligada a una de las canciones que formaban parte del álbum Joyride (1991) qué sirvió cómo consolidación del grupo Roxette en el panorama musical mundial.

Este tema ocupaba el penúltimo lugar del álbum. En ella (si mi capacidad de análisis es un poco mejor que la de escribir artículos en primicia) nos hablan del deterioro/final de una relación de pareja, de una manera muy intensa. De las cientos de veces que habré escuchado este disco, sigue siendo una de mis canciones favoritas (no lo podéis ver, pero mientras escribo estas letras se me han puesto los pelos de gallina).

«Things will never be the same» – Roxette (enlace directo a youtube)

No sería esta la única vez en la que se podría escuchar este tema, pues en el álbum que vino después del Joyride, «Tourism» (1992), además de incluir canciones nuevas, que grabaron durante la gira de conciertos que dieron en aquel año, añadieron 4 versiones en directo de varios éxitos. Entre ellas, una versión acústica, más íntima, igual de interesante que la canción grabada en estudio.

«Things will never be the same» – Roxette (Tourism version) – (enlace directo a Youtube)

 

Buenos recuerdos en memoria de Marie Fredriksson

Reconozco que hacía bastante tiempo que no escuchaba estas canciones de Roxette. No por nada en particular, supongo que a cada momento en la vida de cada uno le suele acompañar una banda sonora concreta. Volver a oir este tema me ha hecho viajar unos pocos años hacia el pasado (porque uno ya va teniendo  bastante juventud acumulada), y he de reconocer que me emocionan. Y no hay nada de malo en afirmarlo.

Recuerdo hace un tiempo, en un programa de radio, que preguntaban a una chica por cosas que hizo siendo más joven de las que se podía arrepentir, y vino a decir que en su día le gustaba Roxette, pero que años después le hacían sentir vergüenza, en plan «no se como podía ser tan tonta escuchando semejante música» (querida amiga, da igual los años que hayan pasado: sigues siendo igual de tonta). De alguna manera, somos lo que somos gracias al camino que hemos recorrido, en la compañía de quien lo hemos hecho.

Desde este rinconcito de internet, vaya mi recuerdo para ella y que nos siga acompañando a través de su legado musical.

(っ^з^)♪♬

[Sílbame, tú sílbame, y ya voy]

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