¡Cuántas veces no me habrá comentado mi mujer «a esta chica cualquier día se la encuentran tirada en una cuneta», viendo la última de la chica del exhuberante moño! Pues ayer se consumaba un final aunuciado a gritos desde que el fenómeno Amy Winehouse se convirtiera en un elemento de fama mundial.
La noticia me sorprendía al volante de mi coche con cierta incredulidad, mientras que en el asiento del copiloto escuchaba el clásico «¿qué te decía?». La cantante había sido encontrada sin vida en su apartamento del barrio de Camden, en Londres, y aún se desconocían las causas del fallecimiento (aunque dados los antecedentes es fácil hacerse una idea de qué sustancias pudieron ayudar).
Con tan solo dos discos en el mercado, Amy se había convertido en un referente en el mundo de la música al traer de nuevo a un primer plano estilos como el soul y el jazz, lo que motivo que algunas nuevas artistas se subieran al carro, como la galesa Duffy. Su primer album, «Frank» (2003), cuyo título es un homenaje a Sinatra, tuvo un gran éxito comercial en Inglaterra. Muestra de este álbum es este «Stronger than me»:
Stronger than me – Amy Winehouse
Por aquellos entonces ya era asidua de drogas y alcohol, lo que la llevó a un primer periodo de hospitalización por problemas de salud, con espectaculares pérdidas de peso.
Su segundo y último álbum, que la lanzó definitivamente a nivel mundial, fué «Back to black» (2006), donde ya daba pistas (¿pero es que antes nadie las había visto?) de sus «amistades peligrosas», con su archiconocida «Rehab»:
Alguien que compone una letra en la que dice «They tried to make me go to rehab, I said, «No, no, no»» (Trataron de hacerme ir a rehabilitación, yo dije no, no, no) deja de alguna manera clara su situación personal.
Tras el arrolador éxito del album (y su estratosférico moño), que le dió la friolera de cinco premios Grammy, llegaron de la mano más excesos, sus problemas con el «angelito» de su marido, sus apariciones junto a Pete Doherty (otro que tal baila), súbitos adelgazamientos, operaciones varias de cirugía estética, …
En los últimos meses ya había protagonizado bochornosos momentos, como en uno de los últimos conciertos que dió en Serbia:
Amy Winehouse abucheada en Serbia
donde dió muestras de su estado, lo que hizo que cancelara su gira europea este año (ya aquí poníamos en duda su presencia en el Bilbao BBK live, ver Los festivales que vienen ).
El final de esta historia ya es conocido por todos, dejando un bonito cadaver a la mítica edad de 27 años (el 14 de Septiembre hubiera cumplido los 28), al igual que Jimi Hendrix, Janis Joplin, Jim Morrison, Kurt Cobain o Brian Jones (AC-DC). Ahora saldrá lo más truculento de la industria musical, tras la revalorización de la imagen de esta chica, convertida desde ayer en un icono, y la pelea por ver quien se hace con la explotación de su legado (si me pongo en mi faceta malpensante diría que ha sido todo una maniobra, un proceso muy bien orquestado, por todas las coincidencias que se encuentran por el camino, pero lo dejaremos en que sólo son eso, coincidencias).
Desde aquí solo podemos mostrar nuestra pena por otra perdida en el mundo de la música. Finalmente todo fué más fuerte que ella.