Con su figura aun más presente que nunca, tras el estreno en cines de su biopic «Bohemian Rhapsody» (cuya banda sonora analizaré proximamente), recordamos el fallecimiento de Freddie Mercury, mientras que celebramos el nacimiento del mito.
El impacto de la muerte de Freddie Mercury
Aún tengo el recuerdo casi reciente, quien lo diría. Mi familia sentada en el salón, en torno a la televisión, después de comer, viendo las noticias en la 1 (ya habían llegado las cadenas privadas, pero el telediario de referencia era el de Televisión Española). Creo recordar a Elena Sánchez anunciando el fallecimiento de Freddie Mercury. El que para mí era «el señor del bigote», por su aspecto durante los años ’80, acababa de dejarnos por culpa del sida.
Sin duda fue un hecho que me impactó de una manera enorme. No me gusta pensar que, si no se hubiera producido aquello, no hubiera sentido tanta fascinación por aquel personaje y su enorme banda, Queen. Lo cierto es que desde ese momento, todo cuanto llegara a mí referente a Queen y su cantante, iba a ser procesado con una mayor atención y admiración.
[link al vídeo en youtube del «Informa Semanal», de TVE, en el que se relató la noticia de la muerte de Mercury]
Poseía una voz tan grande como lo era su presencia en un escenario. Como escuché en un programa de radio, se puede cuestionar quién ha sido el mejor cantante de rock, pero Mercury, sin duda alguna, ha sido el mejor frontman de la historia más reciente de la música.
Con un carisma impresionante, dominaba la escena como nadie, haciendo prácticamente lo que quería delante del público. Queda para el recuerdo la memorable actuación de Queen en el mega concierto benéfico «Live Aid» de 1985, en el que consiguieron que los técnicos de sonido subieran el volumen en el momento de su actuación. Aquello les hizo sonar como nadie, convirtiéndolos en los grandes protagonistas del evento (mención aparte de lo que suponía para Freddie presentarse como el artista más grande, en un evento que se vio en todo el planeta).
Hoy, 28 años después de la desaparición del hombre y del nacimiento del icono, sólo nos queda seguir disfrutando de su legado musical. Vaya desde aquí mi pequeño homenaje para «el cantante del bigote».
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